Eva y Mario tienen su última velada de aniversario en el lago. Un cuento de pocas palabras con mucho qué decir.
Espero que lo disfrutes, espero tu opinión ¡Que tengas una noche de lectura inolvidable! :D
Cenizas
por Liza Gabriela N. Pagoada
Lecturas de una noche, 2020
En aquel oscuro lago que se abre camino entre los frondosos árboles que cubren hasta el más íntimo escondite de la montaña, el frio se arrastra por el suelo y como quien susurra un secreto, el viento sopla delicadamente en los oídos de Eva. Junto al fuego, lentamente el frío se esconde y con ello resulta el placer de una velada abrigadora. Sentada con los brazos detrás suyo, levanta su cabeza mirando al cielo; un cielo despejado y algo triste, aunque la constelación de la osa mayor destella y hace juego con la luna. “¿Qué coincidencia no, Mario? Hay luna llena, es tan preciosa que seguramente no habrá hombres lobo hoy… ya sabes…se distraen” una risa tímida sale de su boca porque jamás fue buena con los chistes y lo sabía, además, el inusual silencio de Mario esa noche no lo hacía sentir mejor y calló.
El sonido de la leña en el fuego era arrullador y poco a poco sus párpados parecían más y más pesados y en el delirio de la somnolencia continuó hablando con el rostro a las estrellas “La última vez que estuvimos aquí, celebrábamos nuestro aniversario… sé que una vez me quejé de lo mucho que hablabas, pero hoy extraño que interrumpas el silencio. Estoy segura de que no soy la única que lo extraña, porque todo está callado esperando escuchar tus susurros.” Después de una melancólica sonrisa, suspiró y pesadas lágrimas rodaron por sus mejillas y con ello se fue el último aniversario en lago.
Eva se levantó y el crujido de sus zapatos en las piedras le parecía tan crudo como el recuerdo de las caminatas cerca del lago, y tomó la urna junto a ella y muy cerca del agua - donde se besaron por primera vez- esparció las cenizas de Mario, quien dejó con Eva el más profundo recuerdo.
Fin.