Hasta la naturaleza tiene sus ciclos, como las estaciones. Así como esta puede recuperarse de inviernos inclementes, nosotros como parte de ella también podemos recuperarnos y darle fin a ciclos que por muy malos que parezcan son parte de nuestra existencia. Los malos momentos, aunque se acaben o se repitan, e incluso por inevitables que sean solo nos recuerdan nuestra gran similitud con lo fuerte que es la naturaleza y su capacidad de permanecer radiante.
Sobre esto, he escrito un poema y como siempre espero que lo disfruten; le doy la bienvenida a sus comentarios y puntos de vista ¡Que tengan una noche de lectura inolvidable!
"Un ciclo"
por Liza Gabriela Nuñez Pagoada
"El miedo de aceptar que esto era lo peor era arrebatador, era mucho más que anoche; cuando la luna acariciaba mi cabello y las estrellas me mantenían despierta con un bello y radiante espectáculo.
El aroma en el aire me hizo pensar en ese vago recuerdo de una silueta que un día formó parte del presente al cual tengo miedo, pero se convirtió en la escencia de las flores que en las mañanas comienzan a florecer a mi alrededor.
En la noche que parecía eterna, el recuerdo y la esperanza mantuvieron mi amor de pie hasta que llegara el colorido amanecer. En la noche que parecía eterna sonreí al darme cuenta que la primera luz del sol ya iluminaba mi rostro, y una sonrisa adornó mi rostro cuando me di cuenta que el olor de las flores estaba todo impregnado en mi ropa. "